Los festivales marcan un ciclo anual, aunando el significado religioso con la diversión y la ruptura con la vida normal. En la India, los festivales son muy numerosos: “En doce meses, trece celebraciones”. Pero si tenemos en cuenta los festivales menores y las variedades regionales, ¡la proporción es muchísimo más favorable al número de fiestas! La fecha de casi todos los festivales se determina por el calendario lunar (panchang), por lo que varía cada año (como sucede con la Semana Santa en el cristianismo).
Os voy a hablar de dos, uno que se celebró hace casi dos semanas y otro que se está llevando a cabo.
Os voy a hablar de dos, uno que se celebró hace casi dos semanas y otro que se está llevando a cabo.
En el festival “Pola” se homenajea a los bueyes de los agricultores y a partir del día siguiente se comienza de nuevo a arar y a sembrar las tierras. En este día se le da un descanso a los animales, quitándoles los “amarres” de encima y embadurnándolos con aceite de nueces en algunas partes del cuerpo del animal.
Los bueyes son llevados al río más cercano y son sometidos a un extenso y profundo baño, para luego ofrecerles “khichadi”; pienso fino para el paladar... También son adornados y se les pinta los cuernos y otras partes del cuerpo con pintura. Por la tarde suele llevarse a cabo una procesión para mostrar a los bellos ejemplares.
Una forma bonita de dar gracias a las bestias por el trabajo realizado durante todo un año, y de darles un descanso más que merecido.

Navaratri simboliza la liberación de la oscuridad en la que estamos envueltos. Es un ejercicio espiritual más que un ritual formal. Ese es el propósito de Navaratri; es permitir adquirir el dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y usarlas para satisfacer a la mente. Este festival se celebra durante nueve noches.